Un árbol genealógico es una representación gráfica con los datos de nuestra historia familiar y en el que plasmamos, en una forma organizada y sistemática, las relaciones parentales que unen a los miembros de la familia.
Una forma es a través de esquemas que, por su forma, reciben desde antiguo el nombre de ‘árboles genealógicos’, nombre muy literal puesto que hasta fechas no muy lejanas estos esquemas se adornaban de tal manera que simulaban verdaderos árboles.
La tendencia más moderna procura buscar la mayor simplicidad, en aras de una claridad expositiva, con el objetivo de poder comprender más fácilmente los parentescos que se le quieren explicar. Para ello, se puede, por ejemplo, reflejar solo los ascendientes paternos o maternos o también poner en marcha un ‘árbol de costados’, es decir, aquel que incluye varias de las ramas de los antepasados. Lo que se ha dado en llamar la genealogía de costados trata de exponer los antepasados de un sujeto por todas las líneas ascendentes (paternas y maternas), hasta la generación que se estime conveniente (o que se pueda alcanzar).
Así, se usan, por ejemplo, expresiones como ‘ser noble por los cuatro costados’ (tener nobleza en los linajes de los cuatro abuelos) o ‘tener un costado judío’ (si aparece esta circunstancia en uno de los linajes ascendentes).